
18 Mar Una charla con…Sandra Magro
Hoy es de esos días especiales, en los que me siento feliz y orgullosa de esta sección. Por “una charla con…” han pasado personas muy especiales para mi y que además tienen una trayectoria profesional más que notable a nivel nacional e internacional. La persona con la que hablo hoy no es una excepción.

Sandra Magro - CEO y Socia Fundadora de Creando Redes
Conocí a Sandra cuando ambas estudiábamos Biología en la Universidad Complutense de Madrid. Es Doctora en Ecología y Restauración de Ecosistemas y socia fundadora de Creando Redes, una consultora ambiental estratégica que tiene como objetivo frenar la degradación de los ecosistemas, transformando a las organizaciones, los proyecto y las personas. Sandra cambió la ciencia al uso por la transferencia y la aplicación del conocimiento, algo a lo que llevo yo dedicándome toda mi carrera, y que es el eje central de RSR. Este mes de marzo Creando Redes ha cumplido 6 años, en plena pandemia, siendo capaces de seguir creciendo, a la vez que trabajan con algunas de las principales empresas del IBEX 35 cambiando cómo las compañías integran el medio ambiente en su toma de decisiones.
Hoy he querido hablar con Sandra de temas que domina a la perfección como son la sostenibilidad y el emprendimiento como “formas de vida” reales, no como modas a las que subirse porque “todo el mundo habla de ellas”. Comienza una charla con Sandra Magro.
Siempre he tenido un latido fuerte de que la ciencia tiene que estar al servicio de la sociedad
P: Sandra, sin duda eres un ejemplo a seguir para muchos y muchas. Para mi ya sabes que lo eres. Quiero empezar preguntándote qué hace una investigadora creando una empresa. ¿Cuándo surgió esa necesidad de emprender y dejar el entorno académico?
Buena pregunta… ¡yo aún me la hago! La verdad es que siempre he tenido un latido fuerte de que la ciencia tiene que estar al servicio de la sociedad. Es un bien público, que debería ser accesible para que todo el mundo pueda aprovecharse de los avances científicos. Cuando estaba en pleno “corte y confección” de la tesis, de estancia en Holanda, me volvió este sentimiento de manera muy clara. Hablé con mi director de tesis de la posibilidad de organizar un foro para ver a quién le interesaba lo que nosotros estábamos investigando (restauración de ecosistemas) y ahí empezó todo. Me di cuenta de que lo que quería era hacer exactamente eso: trabajar con empresas, con administraciones, con otros profesionales para ver cómo conseguíamos cambiar las cosas y que nuestro impacto ambiental sea menor. En ese momento nadie iba a contratarme para hacer eso que yo quería así que decidí montar Creando Redes.
P: Creando Redes, como bien decís en vuestra web, es la primera empresa de restauración ecológica de España que trabaja con el sector público y privado, entre otras cosas, para recuperar ecosistemas, desarrollar infraestructura verde y poner en valor el capital natural del territorio. Lleváis más de 5 años de funcionamiento, ¿qué crees que te ha aportado el tener tu propia empresa que jamás podrías haber logrado de haber seguido una carrera investigadora “tradicional”?
Creo que la principal aportación de haber escogido saltar a la empresa es que estás mucho más en contacto con las necesidades reales del mercado. Desde esta posición en la que estoy te das cuenta de que el conocimiento científico “crudo” no necesariamente resuelve ningún problema. Hay que adaptarlo: al lenguaje de los “no científicos”, a las dinámicas de trabajo de las empresas, transformarlo en un producto en sí mismo. A mí me parece una tarea apasionante, pero también es un camino duro. En eso se parece a la carrera científica. Tienes que labrarte un nombre desde cero, sin recursos (ni económicos ni de conocimiento, ¡porque no sabíamos nada de empresa!). Tu capacidad de generar recursos para ti y para tu equipo depende directamente de lo que seas capaz de crear y de vender. ¡Cada día! Desde luego, igual que para ser científico, ser empresaria te tiene que gustar.
Tenemos que hacer llegar la ecología y los productos con bajo impacto ambiental a los convencidos y a los no convencidos
P: En la última década, pero sobre todo en los últimos 5 o 6 años, hemos vivido un auge de las palabras “eco”, “bio”, “sostenible”. Ya sabes que yo soy una ferviente defensora de la sostenibilidad 360º, pero a veces creo que estamos metidos en una burbuja de “influencia sana”, donde decir que eres vegano, que comes saludable y que no usas plásticos “mola”. ¿Crees de verdad que la sociedad está tomando conciencia de que nos la estamos jugando a nivel natural, o son solo etiquetas que quedan bien?
Es difícil decirlo. Supongo que no sería justo hacer una valoración sobre si todos o ninguno de los que se consideran ecologistas o sostenibles entienden la profundidad de la crisis ambiental en la que estamos sumidos. Pero también creo que no importa mucho. Lo importante es sumar acciones. Ayer mismo leía en el periódico que Jaguar solo venderá coches eléctricos en 2025. Normalizar las alternativas sostenibles es el primer paso para la transformación de la sociedad general. ¿Esto es más o menos importante que la gente que compra en tiendas a granel porque está súper convencido de que el plástico es lo peor? Para mí, no. Tenemos que hacer llegar la ecología y los productos con bajo impacto ambiental a los convencidos y a los no convencidos. Ahora bien, creo que es importante seguir haciendo pedagogía basada en conocimiento científico y que, en la medida de lo posible, los consumidores tengan información para elegir mejor, conociendo las consecuencias de sus decisiones. ¿Consumir eléctrico es igual de genial cuando esa energía viene de quemar carbón? ¿Ser vegano es igual de estupendo cuando la soja que te comes se ha generado talando el Amazonas?
P: Como no podía ser de otra manera en RSR, toca hablar de fondos europeos, los cuales tú conoces muy bien. ¿Nos puedes contar un poco más sobre COUNTMITMENT y qué ha supuesto para Creando Redes?
¡Para nosotras fue una gran alegría! No solo por la financiación, que también, sino porque nos permitió dos cosas que han sido clave y que lo serán durante los próximos años. Por una parte, abrir un canal comercial directo con muchos de nuestros clientes. En COUNTMITMENT planteamos un estudio de mercado para la valoración del capital natural (ver cómo incluir los bienes y servicios que aporta la naturaleza en la toma de decisiones de las empresas) generando grupos de trabajo con potenciales clientes. Aparte de conocer mucho mejor a qué tipo de decisiones se enfrentan y cuáles eran sus principales limitaciones, tuvimos la oportunidad de presentarles directamente nuestros productos, validarlos y mejorarlos. Además, fue un proyecto decisivo para tomar mejores decisiones nosotras también. Teníamos la idea de desarrollar una tecnología para automatizar nuestra consultoría sobre valoración del capital natural y fuimos conscientes de en qué punto está el mercado. La financiación europea nos ha permitido escoger el mejor momento para sacar nuestro producto al mercado.

P: Siguiendo con Europa, que ya sabes que es mi tema favorito, particularmente he de decir que estoy ilusionada con la presidencia de Ursula Von der Leyen, la apodada “presidenta verde”. Una de sus primeras iniciativas ha sido poner en marcha el Pacto Verde Europeo o Green Deal. ¿Qué opinión te merece esta nueva iniciativa?
Para mí es un acierto absoluto que un plan de desarrollo económico a escala internacional se vertebre en torno al medio ambiente. ¡Me parece que es lo que tiene que ser! No podemos seguir diciendo que los recursos se agotan, que los límites planetarios nos los estamos saltando y no poner el medio ambiente en el centro de nuestras decisiones. Ahora bien, creo que el éxito de un Plan así es hacer que se cumpla. Las estrategias sobre las que se apoya el Green Deal tienen todas muy buena pinta, pero pueden ser difíciles de desarrollar y de implementar por cada uno de los países y no tenemos mucho tiempo. Creo que es importante crear estructuras de gobernanza que permitan aterrizar todos los conceptos y ponerlos en práctica en un periodo de tiempo corto y no sé si tenemos esas capacidades. El top- down (regulación y legislación ambiental) está muy bien, pero necesitamos respuestas y modelos de gobernanza desde la sociedad (bottom-up). Y eso hay que ponerlo en marcha también. Lo que te decía antes de seguir haciendo pedagogía e ir sumando “adeptos” al movimiento verde, es clave.
P: Sandra, me gustaría hablar contigo de SOSTENIBILIDAD, con mayúsculas. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) empiezan a ser términos conocidos fuera de las esferas técnicas, cosa que me da esperanzas de que un mundo mejor es posible. Tú eres una de las principales activadoras ODS en España, y me gustaría saber en qué consiste el trabajo que realizáis, cómo interpretas tú el impacto real que está teniendo la sostenibilidad en el día a día de las personas. ¿Ves un cambio de tendencia en cuanto a los comportamientos de la gente, de las iniciativas reales que se aplican en las ciudades, hay más “predilección” por unos ODS o por otros?
El movimiento de Activadores ODS surgió porque coincidimos unos cuantos profesionales en el comité científico del primer Congreso Iberoamericano de la Agenda 2030 que se celebró en 2018 en Salamanca. Nos dimos cuenta de que todos desde nuestra actividad profesional teníamos la capacidad de impulsar la sostenibilidad (no solo ambiental, sino social) en distintos sectores de la sociedad. A veces juntos, como con la organización del TEDxFUNCIONA, a veces por separado, pero siempre poniendo un nuevo granito de arena para favorecer que la sociedad conozca la Agenda y se sume con acciones grandes o pequeñas. Creo que es innegable que la sostenibilidad va ganando terreno. Insisto en que, que sea un tema de moda, juega a nuestro favor. A veces le quitamos importancia a las modas, pero lo cierto es que hacen que una idea circule muy rápido ¡el poder del mainstream! Lo importante es que lo que haya detrás de este primer impulso sea un conocimiento sólido y un tejido social capaz de continuar dándole energía al proceso. Al final ser más sostenibles tiene un retorno en salud, un retorno económico y un retorno moral lo que reforzará en el corto plazo este comportamiento. Al menos yo confío en que así sea.
Creo que es innegable que la sostenibilidad va ganando terreno. Insisto en que, que sea un tema de moda, juega a nuestro favor. A veces le quitamos importancia a las modas, pero lo cierto es que hacen que una idea circule muy rápido ¡el poder del mainstream!
P: Por último, creo sinceramente en el poder de la sensibilización y de la formación para cambiar conciencias y comportamientos. En Creando Redes trabajáis ambos pilares de forma muy profesional y personalizada. Para cerrar esta fantástica conversación, me gustaría saber tus pensamientos sobre la labor formadora que estáis llevando a cabo y cuáles son, para ti, los principales aprendizajes que sacas de tu labor docente.
Nuestra labor formadora es la consecuencia directa de que venimos de un mundo académico donde el conocimiento tiene valor. Para nosotras es muy importante el componente humano de la sostenibilidad. Al final, las empresas y las administraciones públicas, son las personas que hay detrás, trabajando día a día por hacer mejor su trabajo. Nuestra idea es que, para que se dé el cambio que queremos ver en el mundo, es clave que existan profesionales suficientemente formados en disciplinas integradoras como son la planificación de la infraestructura verde, la valoración del capital natural o la restauración ecológica. Todas estas temáticas establecen puentes entre el medio ambiente y otros campos: la planificación territorial, el crecimiento verde, el desarrollo local, la adaptación al cambio climático. Tenemos que capacitar a los profesionales de hoy con el mejor conocimiento que existe ahora. ¿Te acuerdas cuando en la carrera nos enseñaban como marcar ADN con isótopos radiactivos, muy al estilo de Marie Curie, cuando hacía décadas que eso no se utilizaba? Necesitamos a profesionales que resuelvan los problemas ambientales de hoy y de mañana de manera creativa. Educar en la vanguardia es fundamental.
Necesitamos a profesionales que resuelvan los problemas ambientales de hoy y de mañana de manera creativa. Educar en la vanguardia es fundamental
Creo que poco más puedo añadir a esto que acabamos de vivir juntos. Estamos en un momento único, clave, donde hasta los más incrédulos se han dado cuenta de que “no hay un planeta B”. Y aún arriesgándome a que me miréis mal, el coronavirus en su faceta más cruda, hace un año ahora, nos ha hecho ser conscientes de ello. ¿Os acordáis de las imágenes de animales silvestres por mitad de la Gran Vía de Madrid? ¿De la bajada brutal de las de emisiones en las ciudades más contaminadas del mundo? ¿De las plantas “haciéndose hueco” en los sitios más insospechadamente urbanos? Y todo eso fue posible en muy pocas semanas de ausencia humana sobre la faz de la Tierra. Muy hardcore señores y señoras, a mí me dio muchísimo qué pensar. ¿Cómo es posible que lleguemos a ser tan irrespetuosos con lo que nos da la vida, que es nuestro planeta, nuestro medio ambiente? Esta conversación con Sandra me hace pensar en positivo, en que, con educación basada en ciencia sólida, con entendimiento mutuo entre personas, instituciones y empresas y con políticas reales, podemos hacer que la sostenibilidad pase de ser una moda a ser “nuestro fondo de armario”.
¡Nos vemos en la próxima, gracias San!
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